DESCIFRANDO EL GÉNESIS DESDE LA CIENCIA
Descifrando el Génesis desde la ciencia
Por Felisindo Rodriguez
Farmaceutico Industrial
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En el inicio de los tiempos
Para los creyentes, el génesis nos muestra la verdad trascendente de Dios en su actividad creadora, sin embargo podemos tratar de descubrir en el, la presencia de otras verdades, quizás apocadas o veladas por la verdad trascendental de su mensaje.
La meta de toda verdad finita consiste en manifestar la verdad transcendental. En este caso sin embargo trataremos de descubrir la verdad finita que subyace detrás de lo trascendental.
El hombre de nuestro siglo, acosado de continuo por la necesidad de superarse, de avanzar, de acelerar el proceso de la historia, busca también, y de un modo apasionante, las raíces de su pasado. Lejos de significar un peligro todo intento de sacar a la luz las verdades de los textos bíblicos, son un servicio para la Iglesia y deber de todo cristiano. Escandalizarse por la orientación particular de una investigación bíblica significaría tener una fe, pobre e insegura. Recordamos la frase de Jesus que nos dice: “La verdad os hará libres”.
El escritor del génesis nos cuenta una serie ordenada de hechos, una sucesión en el tiempo, ora de actos divinos, ora de causas puestas por el Creador, de las que nos señala sus efectos.
El solo hecho de poner en las pocas paginas que componen el Genesis, acontecimientos tan importantes y de periodo tan extenso como los narrados, habla de la especial capacidad del escritor del texto bíblico.
Sin embargo no hay que esperar que esta narración tenga una total exactitud, pero mediante lineas generales, nos atrevemos a decir que a través de estos relatos nos va mostrando la sucesión de las eras geológicas, la evolución de la vida y las sucesivas transformaciones que fue sufriendo la flora y la fauna hasta culminar con la aparición del hombre sobre la tierra.
Fijadas estas premisas veamos entonces cuál ha sido la concordancia general entre la narración bíblica y los datos que nos ofrece la ciencia actual.
El relato del Genesis esta narrado como si el autor estuviera sobre la superficie de la tierra observando los acontecimientos que se desarrollan alrededor y sobre el .
Acontecimientos que en el orden natural tardaron en transcurrir millones de años.
Si el lector se pregunta cómo fue posible que alguien pudiera en esa época adquirir o poseer ese conocimiento; tengo que decir que no encuentro explicación natural para ello.
Sin detenernos en detalles, podemos resumir de este modo toda la obra de los seis días.
1er. Día : Creación del Universo material ( los Cielos y la Tierra) la luz y las aguas. 2do. Día : Separación de las aguas superiores de las inferiores.
3ero. Día : Aparición de la tierra firme y formación de los vegetales.
4to. Día : Aparición de los astros
5to. Día : Formación de los animales marinos y de los pájaros.
6to. Día : Formación de la fauna terrestre y creacion del hombre.
1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Así comienza el Genesis. En esta frase sencilla y sublime resume cómo titulo todo lo que sigue.
Para todos los escritores sagrados, los cielos significan el universo, el ejercito de estrellas, el ejercito celeste.
Parecería ser que en determinado momento la materia y toda la energía que hoy existen estaban concentradas con una densidad inimaginable, prácticamente en un punto, hasta que, al estallar, se expandieron para formar el universo que conocemos. Este estallido se produjo hace aproximadamente 18.000 millones de años, y se lo conoce con el nombre de Big Bang.
Con instrumentos muy precisos se han logrado captar señales radioeléctricas que se creen son ecos del ruido que produjo el Big Bang.
Podríamos decir que el Big Bang fue el chasquido de los dedos de Dios que hizo real el universo que conocemos.
Esta materia y energía original luego del Big Bang comenzó a expandirse y aun lo sigue haciendo; sin embargo parte de esa materia comenzó a atraerse hacia si formando el polvo cósmico; este polvo en un continuo proceso de atracción comenzó a agruparse en zonas de mayor densidad, dando lugar a la formación de galaxias. Las galaxias son así las unidades básicas del universo formadas por cientos de miles de millones de estrellas.
La galaxia en la cual esta nuestro sistema solar, la llamamos Via Láctea, una de sus estrellas es nuestro sol, alrededor del cual órbita la tierra.
El autor del génesis, pone en ultimo lugar la creación de tierra, porque en realidad ese es el orden en que ocurrieron los acontecimientos cósmicos para un observador ubicado en la tierra.
Nuestro sistema solar es relativamente joven se cree que tiene solamente 4.600 millones de años. Osea antes de que nuestra tierra tomara forma; y comenzara solidificarse su corteza, nuestro sol ya brillaba y millones de estrellas ya llenaban el firmamento.
2. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
La tierra después de su fase de incandescencia, después de haber brillado con luz propia, comenzó a enfriarse. Su materia compuesta por los más diversos elementos debido a sus densidades comenzaron a separarse. Así estudios geológicos del interior de la tierra confirman la presencia de metales pesados tales como el hierro y el cromo, mientras en su superficie encontramos elementos mas livianos como el sílice y el aluminio.
En esta masa incandescente, con la corteza apenas solidificada, dislocada incesantemente por las erupciones de gases subyacentes y de materia fundida, se transformaron y crearon sustancias como en un crisol de alquimista. A la vista, todo parecía caos y confusión.
Entre los cientos de sustancias formadas, había muchos vapores y gases; entre ellos estaba el agua, (algunas teorias hablan de una formacion endogena y otras de un origen exogeno de la misma) pero debido a las altas temperaturas que reinaban todavía en la tierra se encontraba la mayor parte, en estado de vapor. Pesados nubarrones llegaban hasta miles de metros de altura, rodeando nuestro planeta con una densa vestimenta. Si el sol voluminoso de los tiempos primordiales iluminaba ya en esa época la parte superior de los pesados nubarrones que rodeaban nuestro planeta, sus rayos eran impotentes para penetrar esa envoltura, de gases y vapor.
Basta recordar un tormenta para ver la oscuridad que produce, siendo miles de veces menor su altura e intensidad.
Reinaba total oscuridad, y en medio de ella profundos abismos se abrían y cerraban sobre la superficie de la tierra, el agua casi en su totalidad evaporada dejaba ver, lo que son hoy las grandes fosas marinas; algunas de ellas de mas de 10.000 metros de profundidad se mostraban como abismos insondables que parecían extenderse tanto hacia arriba como hacia las profundidades de la tierra.
Al enfriarse la corteza terrestre la gran masa de vapor que la envolvía debido a las diferencias de temperatura entre su superficie y las capas superiores generaba corrientes de aire tan intensas que toda la superficie de la tierra parecía estar azotada por un feroz huracán, las tormentas eléctricas eran tan potentes que sus truenos y relámpagos parecerían querer aniquilar al joven planeta recién formado. Sin embargo estas eran las condiciones que darían lugar a la semiente de la vida.
3. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.
4. Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad.
En su lento proceso de enfriamiento de la tierra hizo que el vapor de agua que se condensaba y evaporaba en la atmósfera, comenzara también a caer sobre la tierra en forma de lluvia, esto hizo que la capa de vapor que primitivamente la cubriera se hiciera mas delgada dejando paso a una tenue luz rojiza hasta la superficie de la tierra.
La tierra recibió por primera vez la luz.
5. y llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.
En la medida que ese proceso fue avanzando y la capa de agua evaporada fue mas delgada, permitió diferenciar el día de la noche.
Ya no solo apareció la luz, sino que se diferencio el día y la noche y más tarde mas sutilmente se diferencia el atardecer y el amanecer.
6. Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.» 7. E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue.
8. Y llamó Dios al firmamento «cielos». Y atardeció y amaneció: día segundo.
A medida que la tierra continua enfriándose la condensación del agua fue mayor quedando la mayor parte de ella ya cubriendo su superficie y algo en el aire moviéndose alrededor de todo el planeta.
9. Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue.
10. Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mares»; y vio Dios que estaba bien.
A medida que los movimientos de aguas se calmaron disminuyendo los terremotos, los huracanes, y las lluvias torrenciales, las aguas se van depositando en las partes mas profundas formando los océanos, y mares. Los ríos se formaron por las corrientes de agua bajando de las partes más altas hacia el océano.
11. Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue.
12. La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla, por sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien.
A continuación se ve cómo el desarrollo de lo orgánico sigue un orden científico y conocido por los estudios geológicos y biológicos realizados.
Aunque comienza con la aparición de los vegetales superiores, no haciendo mención a los más primitivos Hongos, Bacterias, levaduras, plantas sin semilla etc.
13. Y atardeció y amaneció: día tercero.
14. Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y valgan de señales para solemnidades, días y años.
15. y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue.
16. Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para el dominio del día, y el lucero pequeño para el dominio de la noche, y las estrellas.
17. y púsolos Dios en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra,
18. y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien.
19. Y atardeció y amaneció: día cuarto.
A medida que la atmósfera se hizo mas tenue permitió diferenciar no solo la luz, sino ver ahora el sol y la luna y luego ver las estrellas. Es importante este punto porque muestra la posición del observador sobre la superficie de la tierra , porque que si estuviera por fuera tendría que tener en cuenta que hay estrellas mas antiguas que nuestro sol y que nuestro planeta. Acá se muestra el orden de visualizacion desde la tierra, mas que el orden de la creación.
Es un relato sobre la tierra no sobre el universo.
20. Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.»
Acá se ve cómo aparecen primero los animales en el agua, lo que es una verdad científica, luego aparecen las aves, en ese orden. Todavía hay peces voladores en la actualidad.
21. Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente, los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y todas las aves aladas por sus especies; y vio Dios que estaba bien.
Remarca muy bien el orden de aparición exacto y coincidente con la ciencia.
22. y bendíjolos Dios diciendo: «sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y las aves crezcan en la tierra.»
23. Y atardeció y amaneció: día quinto.
Acá muestra también la aparición de las aves antes que el resto de los animales terrestres, también conocido por la ciencia.
24. Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.» Y así fue.
25. Hizo Dios las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien.
Luego aparecerán los animales superiores los mamíferos
26. Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.
27. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
Dios crea al hombre al final de su obra, mortal, coincidiendo con la aparición del Homo Sapiens Sapiens, y a su imagen macho y hembra, podría entenderse lo binario de Dios, reforzado por la frase del versículo 22 que habla en plural.
22. Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.»
Cuando rezamos el Padre nuestro, decimos no nos dejes caer en la tentación...... será la tentación de querer tomar el fruto del Arbol de la vida , a través de la manipulación genética , para ser inmortales?
Trataremos ese tema en próximas entradas de Blog Distrito 9.
Abril 2024
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