Discriminación

Discriminación

por Felisindo Rodriguez, con asistencia de  IA.

La discriminación, desde actos explícitos como insultos raciales hasta prejuicios sutiles en decisiones cotidianas, es un fenómeno complejo arraigado en la naturaleza humana. En esta entrada exploraremos, aunque someramente, sus orígenes evolutivos, psicológicos, genéticos y sociales, conectándolos con nuestro instinto gregario y de supervivencia.

Orígenes evolutivos: el tribalismo

El ser humano es un animal social, moldeado por la evolución para vivir en grupos. En entornos ancestrales, la cohesión grupal era clave para protegerse, acceder a recursos y reproducirse. Esto generó una mentalidad tribal: “nosotros” versus “ellos”. El sesgo de grupo interno-externo favorecía a los miembros del propio grupo y desconfiaba de los extraños, una adaptación para la supervivencia. Aunque hoy vivimos en sociedades complejas, este instinto persiste, alimentando la discriminación.

Factores psicológicos: categorización y miedo

La discriminación también surge de procesos cognitivos. El cerebro categoriza a las personas por raza, género o religión para simplificar la realidad. Estas categorías pueden derivar en estereotipos y prejuicios. Además, el miedo al “otro” refuerza la discriminación. La teoría del manejo del terror sugiere que estigmatizamos a otros grupos para mitigar la ansiedad existencial y reforzar nuestra identidad. Neurobiológicamente, la amígdala se activa más ante rostros de grupos diferentes, reflejando una reacción instintiva ante lo desconocido.

Influencias genéticas y culturales

No existe un “gen del prejuicio”, pero la epigenética muestra que el estrés social puede alterar la expresión de genes ligados a la empatia y la agresividad, perpetuando comportamientos discriminatorios. Culturalmente, las normas y estructuras de poder refuerzan desigualdades. Bourdieu destaca cómo el “capital simbólico” valora a ciertos grupos, justificando la discriminación. Sin embargo, la teoría del contacto de Allport demuestra que el contacto equitativo entre grupos reduce prejuicios.

Reflexión: hacia la inclusión

La discriminación, aunque arraigada, no es inevitable. Somos seres capaces de reflexionar y cambiar. Fomentar el contacto diverso, cuestionar prejuicios y educar en inclusión son pasos clave. Como dijo Mandela, “nadie nace odiando”. La empatía es tan natural como el tribalismo. Construyamos un mundo donde todos seamos “nosotros”.

Referencias

  • Allport, G. W. (1954). The Nature of Prejudice. Addison-Wesley.
  • Bourdieu, P. (1984). Distinction. Harvard University Press.
  • Greenberg, J., et al. (1990). Journal of Personality and Social Psychology, 58(2), 308-318.
  • Hart, A. J., et al. (2000). Neuroreport, 11(11), 2351-2355.
  • Meaney, M. J. (2010). Child Development, 81(1), 41-79.
  • Tajfel, H., & Turner, J. C. (1979). The Social Psychology of Intergroup Relations (pp. 33-47). Brooks/Cole.
  • Van Vugt, M., & Park, J. H. (2009). The Psychology of Prosocial Behavior (pp. 13-32). Wiley-Blackwell.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sanar lo invisible: el trauma, la palabra y la confesión

LA VIDA UNA RESPONSABILIDAD